El siguiente estracto es parte del libro LA MODERNIDAD SUPERADA, Arquitectura Arte y pensamiento del siglo XX de Josep Maria Montaner. Y será parte de un ejercicio de análisis, en el cual los alumnos tienen como tarea, intentar sintetizar el período de la arquitectura comprendida entre 1900 a 1970, los primeros 70 años del siglo XX.
Técnica de estudio
sugerida
Antes de empezar les recomiendo organizar e integrar la información, de tal manera que se logre un
aprendizaje significativo o representativo, para que esto se produzca debe ser
efectivo y óptimo: resumir, elaborar esquemas, mapas mentales, mapas conceptuales,
repasar o sintetizar, etc.; Por medio de apuntes, subrayados, uso de
colores, lectura por párrafos etc.
En el siguiente ejercicio se debe poner en evidencia la
COMPRENSIÓN DE TEXTOS, generalmente usamos el término metodología para referirnos a las distintas fases o estrategias para llevar a cabo una sesión de
estudio; pero en donde lo que más debe destacar es carácter secuencial o de procedimiento evidente.
En todo caso, con el afán de esquematizar la actividad, se
sugiere la siguiente metodología:
Primer paso: Lectura global
Objetivos:
·
Adquirir una idea general del contenido
·
Vincular el contenido a los saberes previos
Procedimiento:
1.
Lectura rápida de títulos y subtítulos.
Segundo paso: Lectura por párrafos
Objetivos:
·
Reconocimiento de palabras clave Resaltar o Subrayar
con verde
·
Reconocimiento de ideas principales Resaltar o Subrayar con fuxia
o naranja
·
Reconocimiento de ideas secundarias Resaltar o Subrayar con ciam
o azul
Procedimientos:
1.
Resaltado o Subrayado de palabras clave
2.
Resaltar o Subrayar en colores diferenciados de
ideas principales y secundarias
3.
Resaltar o Subrayar estructural: realización de
anotaciones marginales por párrafos
Tercer paso: Representación de lo leído
Objetivos:
·
Asimilar significativamente el contenido
Procedimientos:
1.
Elaboración de resúmenes textuales o síntesis
2.
Elaboración de esquemas gráficos en donde se
vinculan los principales conceptos (Mapa Conceptual)
3.
Reconocimiento de ideas terciarias.
Cuarto paso: Memorización
Objetivos:
·
Incorporar significativamente los contenidos
Procedimientos:
1.
Explicar (verbalmente y por escrito) los
contenidos conceptuales utilizando como soporte los elementos creados en la
tercera etapa.
Quinto paso: Aplicación
Objetivos:
·
Asimilar significativamente los contenidos y
recuperarlos para nuevos aprendizajes
Procedimientos:
1.
El contenido asimilado se transforma en un saber
previo que se rescata en situaciones concretas para aplicarse al adquirir
nuevos saberes, se amplía y se profundiza lo ya conocido.
Tema de Análisis:
LINA BOBARDI:
ARQUITECTURA CUERPO A CUERPO
Entre los arquitectos de la “tercera generación”, Lina Bo
Bardi aporta una de las experiencias más originales y significativas. Nacida en
Roma en 1915 y fallecida en Sao Paolo en 1992, aporta una de las experiencias
más originales y significativas. Antes de la segunda guerra mundial había
colaborado con Gio Ponti y Bruno Zevi, Al final de la guerra entró en la Resistencia,
con el clandestino partido comunista. En 1946, sin embargo, ante el decepcionante
giro político seguido en la Italia de postguerra emigró a Brasil, donde se
naturalizó en 1951 y donde encontró el territorio idóneo para vivir y para
realizar su utopía.
Toda la obra de Lina Bo Bardi constituye una acción cuerpo a
cuerpo con la realidad, asimilable a las acciones realizadas por Frederick
Kiesler (1890-1965), Joseph Beuys(1921-1986), John Cage (1912.1992) o Helio
Oiticica (1937-1980). De la misma manera que en la actividad de todos estos
artistas del siglo xx no ha existido fronteras entre los distintos campos del
arte, Lina Bo Bardi buscó una actividad artística global que se desarrollo en
muy diversas disciplinas: decorados para teatros y ópera, colaboraciones en
películas, escritura y periodismo, todo tipo de pintura, especialmente
acuarela, arquitectura pública, promoción incansable de actividades culturales
artísticas, diseño de mobiliario, de moda y de joyería.
Mediante sus cualidades creativas Lina Bo Bardi consiguió
superar los límites del mismo arte moderno, sin romper con sus principios
básicos. Si la arquitectura moderna era anti histórica, ella consiguió hacer
obras en las que la modernidad y tradición no eran antagónicas. Si el arte
moderno era intelectual, internacional y reacio al gusto establecido y a las
convenciones. En Brasil han sido posibles una arquitectura y un arte modernos
enraizados en la experiencia del arte popular, negro e indígena, rigurosamente
distintos del folclorismo, el populismo y la nostalgia. Si la arquitectura
racionalista se basaba en la simplificación, la
repetición y los prototipos, Lina Bo Bardi supo introducir sobre un soporte estrictamente racional y funcional, ingredientes poéticos, irracionales, exuberantes e irrepetibles. Concilió funcionalidad con poesía, modernidad con mímesis. En su obra se superan las dicotomías en las que se había dividido la estética del siglo xx: la lucha entre abstracción y mímesis, espíritu y materia, razón y tradición, concepción y representación, cultura y naturaleza, arte y vida.
repetición y los prototipos, Lina Bo Bardi supo introducir sobre un soporte estrictamente racional y funcional, ingredientes poéticos, irracionales, exuberantes e irrepetibles. Concilió funcionalidad con poesía, modernidad con mímesis. En su obra se superan las dicotomías en las que se había dividido la estética del siglo xx: la lucha entre abstracción y mímesis, espíritu y materia, razón y tradición, concepción y representación, cultura y naturaleza, arte y vida.
Su actividad demuestra cómo el proyecto de las vanguardias, al aplicarse en las condiciones latinoamericanas, completamente distintas a las europeas, se revitalizó y humanizó, consiguiendo no caer en el formalismo y el academicismo[1]. Bo Bardi no propuso una forma arquitectónica, sino un método: un método para superar las limitaciones de su propia modernidad consistente en armonizar la base cultural del pasado y la riqueza y vitalidad de la cultura popular con el proyecto moderno de crear unas nuevas formas para una nueva sociedad. De la misma manera que en su obra el subjetivismo del romanticismo convive con el método racionalista de la arquitectura moderna, tampoco historia y modernidad son antagónicas. Al contrario que los maestros de la arquitectura moderna, el camino que recorre Lina Bo Bardi va de la abstracción a la reincorporación de una nueva mímesis. Y en ello su trayectoria es similar, veinte años más tarde, a la de Lucio Costa. Al intentar aplicar la idea de modernidad aprendida en Italia a la modernidad latinoamericana, Lina Bo Bardi se va dando cuenta de que en esta última la raíz no está en la retórica de los modelos maquinistas sino en los valores esencialistas de los orígenes, en la simplicidad de lo primitivo, en la propia historia y en la potencia de la naturaleza. Por esta razón evoluciona de una modernidad abstracta a una figurativa, que se enriquece con la mimesis de lo vernacular y de la historia real. Precisamente en Brasil coinciden las iniciativas que promueven la arquitectura moderna de los años treinta –como la sede del ministerio de Educación y Sanidad- con la creación del Servicio Do Patrimonio Histórico e Artístico Nacional (SPHAN) en 1937 con sede en el mismo edificio moderno del Ministerio.
Este ingrediente de tradición y realismo posee en la experiencia vivida en Brasil, una fuerza e intensidad mucho mayor que en la obra más intelectualista de los arquitectos italianos. Bo Bardi pudo desarrollar a fondo la “utopía de la realidad” sobre la que escribió Rogers.
Y solo alguien con gran sensibilidad podía enriquecer la modernidad sin caer en actitudes arbitrarias y gratuitas. Los límites de la propia modernidad son superados sin poner su esencia en crisis. Los valores básicos de la arquitectura del movimiento moderno se mantienen: humanismo, proyecto social, voluntad de renovación formal, construcción utilitaria. La arquitectura de Bo Bardi es autentica, sin capas decorativas añadidas: una obra moderna, hecha con materiales manufacturados en los cuales es posible la expresión del trabajo artesanal. El debate en torno a la ornamentación que se produjo en la arquitectura moderna y que se expreso de manera enfrentada en Adolf Loos-drástico detractor del ornamento a la vez que, contradictoriamente, defensor del artesano- y en Henry Tassenow-defensor de la ornamentación y el buen hacer artesanal- ha sido superado.
Bo Bardi fue radical en cualquiera de las obras que abordaba. Su edificio público más representativo, el MASP, Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo (1957-1968), es el museo más transparente y de planta más libre jamás construido[4]. Lina llevó los modelos de Le Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe a su resultado más espectacular, en el mismo corazón de Sao Paulo, junto a un parque tropical, Dos pórticos gigantes de hormigón armado sostienen en el aire al prisma del museo, dejando totalmente libre el espacio del antiguo mirador que se convierte ahora en un plaza cubierta. El MASP se eleva sobre el suelo como disculpándose de haber eliminado el antiguo belvedere.
Al ser tan radicalmente moderna, Bo Bardi va más allá del
establecido lenguaje internacional, introduciendo nuevos elementos en el
repertorio de la arquitectura contemporánea. Esto se expresa no sólo en el
brutalismo estructural, en la relación con el entorno que adopta el nuevo
artefacto o en la fluida circulación interior, sin ningún obstáculo, sino
también en la desaparición de un fachada frontal, principal y representativa
hacia la avenida Paulista y hacia la ciudad, sustituida por pura volumetría,
sin una escala monumental y enfática, sólo con un acceso lateral, doméstico,
abierto, estructural, en un extremo de la plaza cubierta que alberga la gran
plataforma aérea del museo. La voluntad educativa otorgada a dicho museo también es llevada a
su límite en el interior: cada pieza artística es totalmente accesible.
Apoyadas en un dado de hormigón y sobre el fondo de un panel de cristal, todas
las obras son equidistantes, igualmente comparables y flotan en el espacio,
bajo una luz total. Esta extrema voluntad didáctica y democratizadora del arte
ha mostrado sus resultados en el estímulo sobre muchas generaciones de artistas
brasileños formados después de los años sesenta.
Lina ya había ensayado este modelo miesiano en su proyecto
no realizado de un museo en Beira do Oceano, Sao Vicente, Sao Paulo (1951),
influido por la forma estructural y espacial del Crown Hall en el ITT (1945).
Se trataba de una estructura de cinco pórticos de hormigón armado que sostenían
en el aire, sobre la arena, el prisma alargado de las salas de planta
redicalmente libre y fachada totalmente transparente. En el MASP, el modelo se
adaptó al lugar concreto que le corresponde en Sao Paulo.
Su propia casa en Sao Paulo, la casa de vidrio (1951), se
basa en la planta libre y tiene los espacios de estar totalmente acristalados,
con fina carpintería metálica. Sobre esbeltos pilotis constituidos por tubos
Manessmann, con estructura horizontal de hormigón armado, con patios
ajardinados en el interior de la casa, este espacio para la existencia se
integra perfectamente en un entorno de jardín tropical, con los olores y los
colores de la vegetación y con los sonidos de pájaros e insectos. He aquí el
cambio de adecuación de los modelos estrictamente modernos al lugar y a la
cultura de Brasil.
En el centro Cívico Sesc Pompéia en Sao Paulo(1977), se
conservaron las naves del conjunto industrial existente, concentrando los
nuevos servicios-piscina, cancha de deporte, gimnasio, vestuarios, cafetería-
en dos torres de hormigón visto. Aunque las dos torres sean de planta
rectangular, sus ventanas de formas expresionistas y espontáneas, sus pasarelas
de hormigón y su cilíndrica torre de agua, les otorga un carácter orgánico y
dinámico.
La presencia de los ejemplos más épicos de la arquitectura
racionalista son evidentes: los siete puentes de hormigón que unen las diversas
direcciones las dos torres rememoran las
pasarelas acristaladas de la fabrica Van Nelle en Roterdam (1925-1927), de
Johannes Andreas Brinckman y Leender T. Cornelius van der Vlugt, y recuerdan
visiones como la de la fabrica Ford en Detrroit o las vistas generales en la
película Metrópolis de Fritz Lang (1926). Este énfasis racionalista surge sobre
las naves de la antigua fábrica reconvertidas en espacios lúdicos: sala para
teatros y música experimental, gran cocina y restaurante, sala de lectura,
talleres artísticos, lugares para juegos y exposiciones. He aquí la aportación
de un nuevo concepto de modernidad: la imagen de la ultramoderna fábrica Van
Nelle surge sobre una revitalizada fábrica hecha de ladrillo.
Con una intervención mínima se consigue una máxima
transformación del uso y significado del conjunto.
En un mismo complejo se concilian el trabajo del pasado con
el ocio del futuro, lo antiguo con lo moderno, las naves horizontales con las
torres verticales, la fabrica tradicional de ladrillo con los altos muros de
hormigón. Como años más tarde hiciera Rafael Moneo en la fundación Pilar y Juan
Miró en Palma de Mallorca (España 1986-1992), esta obra de Lina Bo Bardi surge
como interpretación del entorno. En la medida que en esta área popular de Sao
Paulo predominan las naves horizontales de las fábricas y las torres verticales
de apartamentos. Lina Bo Bardi recurre a esta dualidad de volúmenes,
convirtiendo este centro cívico en una especie de microcosmos en el que se
sintetizan las formas verticales y horizontales de las tipologías del entorno.
Con los años Lina Bo Bardi fue desarrollando una especial
capacidad para integrarse al entorno, demostrando que una obra en Salvador
(Bahía) es muy diferente que una en Sao Paulo. Y en este desarrollo, el
mecanismo de la mímesis sirve para superar los esquematismos modernos. Cuando
instala exposiciones de arte popular, de juguetes o de artesanía, los soportes
que diseña son una pura continuidad de los objetos presentados, que están
presentes con toda la fuerza de su iconología, forma, color y textura. Mediante
la mímesis, su obra se reconcilia con la naturaleza y con el usuario. Theodor-W. Adornó, al criticar en Mínima moralia el concepto existencialista de autenticidad como
puritana y mitificadora búsqueda de la moral burguesa para eliminar todo lo que
no es suficientemente de buena sepa, señaló que “lo que no quiere marchitarse
prefiere llevar el estigma de lo inauténtico. Entonces vive la herencia mimética,
lo humano se aferra a la imitación: “un hombre se hace verdaderamente hombre
solo cuando imita a otros hombres”[5].
En un mismo sentido, Platón y Aristóteles habían definido la
mímesis como expresión de sentimientos y manifestación de experiencias,
poniendo énfasis en su función educativa y señalando que la mímesis es
connatural al hombre desde su niñez: con ella se aprende y se adquieren
conocimientos.
Y todo ello lo pudo conseguir Lina Bo Bardi a través de una
experiencia vital e intelectual única. Su formación europea, con el back-ground de la cultura italiana de
los años treinta, el rigorismo racionalista, desde Carlos Lodoli y Francesco
Milizia hasta Gio Ponti y Pier Luidi Nervi, la base del conocimiento histórico,
la vocación social y política, todo esto pudo aplicarse en una realidad viva,
ávida de nuevos métodos y pautas, abierta a la innovación, exultante de
referencias por desarrollar. Cuando Lina Bo Bardi llega a Sao Paulo, la arquitectura
moderna aún está por definirse, tras el primer racionalismo de Gregori Warchavchic
y Rino Levi y el incipiente brutalismo planteado por Joao Vilanova Artigas.
Bruno Zevi había hablado de una necesaria liberación y desinhibición de las
condicionantes, límites y rigores de la arquitectura moderna y Rogers había
defendido en sus escritos que la única manera de ser moderno en las condiciones
contemporáneas era la de hacer presente el sentimiento vivo de la historia,
evitando las repeticiones y errores de la experiencia pasada. Lina Bo Bardi
pudo aplicarlo de manera plena en el nuevo mundo. Más importante que la
arquitectura fuera o no moderna era que fuera utilitaria e imaginativa, libre e
integrada a la realidad. Es similar a lo que reflexiono Louis Kahn al visitar
la casa propia de Luis Barragán en México: “Mientras recorría su casa, sentí el
sentido del término ‘La Casa’: buena para él y buena para cualquiera en
cualquier momento de la vida. Esto nos dice que el artista busca sólo la verdad
y que lo que es tradicional o moderno no tiene ningún sentido para el artista”[6].
Consciente de que una de las principales limitaciones de la
ortodoxia moderna en arquitectura estribaba su incapacidad de expresión y
comunicación, Lina Bo Bardi integró la riqueza y creatividad del arte popular
brasileño, sencillamente porque la misma funcionalidad, capacidad de repetición
y humanismo técnico que el proyecto moderno pretende está ya en la simplicidad
de la naturaleza y del repertorio popular. Y estas son las fuentes
antropológicas para reformular un lenguaje arquitectónico ampliamente
comunicable.
De esta manera se realiza, en el período de postguerra
aquello que defendía en sus escritos Sigfried Giedeon. En su Architektur und Gemeinschaft publicado
en Hamburgo en 1956 y traducido como Architecture,
you end me en la edición estadounidense de 1958[7],
Giedion trata de la necesidad de la arquitectura de que la arquitectura moderna
recupere el sentido espacial comunitario primitivo que había tenido en el
pasado, en los períodos preindustriales, un sentido colectivo que habían
poseído los monumentos históricos. Lina Bo Bardi consigue expresar en su obra
toda la riqueza de los valores comunitarios, la necesidad de espacios poéticos
para la gente, espacios políticos como embrión generador de la comunidad. Toda
su obra – emblematizada en el MASP y en el Sesc Pompéia – es una expresión de
los resultados de esta búsqueda del espacio donde la comunidad se encuentra,
dialoga e interviene de manera libre y creativa. Este espacio comunitario en
torno a actividades artísticas, educativas y lúdicas nada tiene que ver con los
conceptos reaccionarios de la cultura popular o consumistas del kitsch.
Como Joseph Beuys, Helio Oiticica o Armando Reverón, Lina Bo
Bardi constituye tanto la culminación del intelectual idealista y el artista
romanticista, como el inicio de una posible nueva época para el arte y la
arquitectura. Y el especial sincretismo que han desarrollado algunos arquitectos
latinoamericanos – como Luis Barragán, Carlos Villanueva, Fruto Vivas o Lina Bo
Bardi - nos permite diferenciar entre una “modernidad
universal“ – de raíz internacional y desarrollo mediático – y una “modernidad
específica” que alcanza paulatinamente su valor de obra de arte universal a
partir de su síntesis entre modernidad y cultura de lugar.
A un mundo complejo e
inaprensible le corresponde una arquitectura viva, comprendida como work in progress. Lina Bo Bardi
desarrollo un actividad artística global que, siendo objetiva y racional, ofreciese
alternativas a las imposiciones de la lógica, con el convencimiento de que la única manera de ser modernos es la de superar la
modernidad. La capacidad de conciliar contrarios, el desarrollo de un
pensamiento conflictivo y coherente a la vez, el ser dialéctico sin caer en el
dogmatismo, es decir, siendo no dialéctico al mismo tiempo,[8]
ser metodológico e intuitivo, ser cada vez más creativo y a la vez mas objetivo
respecto a las necesidades de los usuarios. Esto, que en una parte de la
arquitectura actual está intentando desarrollar, se despliega de la manera más
primigenia, sencilla y básica en la obra de Lina Bo Bardi. Posee en ella la
fragancia, la fascinación y la autenticidad de los inicios.
[1]
Véase al respecto el artículo de Eduardo Subirats, “Arquitectura e poesía: dois
exemplos latino-americanos” en Projeto n° 143, Sao Paulo, julio 1991
[2]
Sobre las teorías de Ernesto Nathan Rogers, véase Josep María Montaner, Después
del movimiento moderno, arquitectura de la segunda guerra mundial del siglo xx,
Editorial Gustavo Gili S.A., Barcelona, 1993.
[3]
José Ferrater Mora, Les formes de vida catalana i altres assaigs, Edicions 62,
Barcelona 1980.
[4]
Marcelo Carvalho Ferraz (ed), Lina Bo Bardi, Instituto Lina Bo Bardi e P.M.
Bardi, Sao Paulo, 1993
[5]
T.W.Adorno, Minima moralia, Taurus
Ediciones, Madrid 1987, p.154.
[6]
Extraído de Louis I. Kahn. “El espacio y las inspiraciones” en Ch. Norberg-Schulz
y J.G. Digerud, Louis I. Kahn, idea e imagen,
Xarait Ediciones, Madrid, 1981.
[7] Sigfried Giedion, Architecture, you and me, The diary of a
development, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1958.
[8] Adorno
explica en Mínima moralia como el
discurso de Walter Benjamin es dialéctico y dialéctico a la vez.
Blogs recomendados:
http://migrandtour.blogspot.com/2010/05/le-corbusier-carioca-la-llegada-del.html
http://historiadearquitecturamoderna.blogspot.com/2013/04/difusion-y-desarrollo-de-la.html
http://fricciona2.blogspot.com/2010/12/los-ecobarrios-el-reto-del-urbanismo.html
Blogs recomendados:
http://migrandtour.blogspot.com/2010/05/le-corbusier-carioca-la-llegada-del.html
http://historiadearquitecturamoderna.blogspot.com/2013/04/difusion-y-desarrollo-de-la.html
http://fricciona2.blogspot.com/2010/12/los-ecobarrios-el-reto-del-urbanismo.html
I just want to thank you to share your information on your blog; this is a simple and useful. Wood Floor Scratch Repair NJ
ResponderEliminar